LA
MIMBRE: SECADO Y ALMACENAMIENTO
El
mimbre, una vez pelado, se seca al sol intensificando sus
tonalidades. Para ello se apilan y se extienden para que penetre
bien el aire y el sol. Una vez que estén secas se hacen manojos y se
almacenan. Para ello debemos guardarlas en un lugar seco, fresco y
aireado. De esta forma ya tenemos preparada la mimbre para trabajarla
o comercializarla.
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